fbpx

Pero ¿qué c*** pasa con el podcast?

Pero ¿qué c*** pasa con el podcast?

Entonces, ¿Qué está pasando con el podcast? ¿Por qué no publicáis episodios? ¿No se supone que iba a emitirse un episodio mensual, más largo?

Todas estas preguntas me las solía hacer el «núcleo duro» (como llamamos a los oyentes más fieles del grupo de Telegram) hasta hace poco. Últimamente ni siquiera eso, pobrecillos, pobrecillas. Es totalmente entendible: han pasado ocho meses desde que publicamos un episodio de Homo Autónomo. Que, además, no era otra cosa que un recordatorio de que seguíamos vivos y planteábamos cambios importantes para relanzar un proyecto que, a su vez, llevaba bastante tiempo parado. No vamos a grabar un podcast similar al último para contar en esencia lo mismo, así que me he tomado la libertad de contarlo aquí, a modo de portavoz de quienes hacemos esto.

¿El podcast se ha terminado? No.

Tanto Gloria, como Ángel y yo mismo queremos seguir. El asunto ha tomado el suficiente ‘cuerpo’ y tenemos un grupo de gente que nos escucha, que se merece que continuemos.

¿Entonces? Pues lo de siempre: el tiempo.

Cuando arrancamos esto Ángel y yo, ambos teníamos poco, pero aún nos quedaba un margen para probar cosas nuevas. En dos años la vida nos ha cambiado bastante a todos/as y tenemos menos tiempo que entonces. Yo trabajo un poco más que antes (Hacienda, si estás leyendo esto… sigo siendo precario, no te vengas arriba). He iniciado otros proyectos que son bastante demandantes, si quiero que den rendimiento a largo plazo. Ángel ha visto también cómo aumentaba su carga de trabajo. Además, se ha casado y está iniciando con Raquel eso que la gente que entiende llama un «nuevo Hogar», con todo lo que eso implica. Gloria sigue peleando por su proyecto profesional y no ha dejado de ser mamá de dos criaturas (que es un trabajo 24/7) desde la última vez que escuchamos su vocecilla.

Así están las cosas, en ese lado de la valla.

Por otra parte, si bien el proyecto nunca ha sido ruinoso, ni nos ha costado dinero de nuestro bolsillo, no nos reporta aún la suficiente rentabilidad como para dejar de lado trabajos que sí meten dinero en el banco. Como hemos dicho siempre en el podcast: prioriza, haz cuentas, analiza tus ratios de esfuerzo y beneficios, estudia el mercado. Ahora mismo el podcast sigue siendo un rato de «recreo», de juntarse con amigos, de hablar de cosas que nos gustan, de reírnos un montón… pero no pone un plato de comida en la mesa. Y, tal como están las cosas, necesitamos dedicar nuestro tiempo de trabajo al trabajo y el de ocio precisamente a eso, al ocio.

Porque, por mucho que nos divirtamos, para que esto tenga el aspecto que siempre ha tenido, para que se oiga como siempre, para que el contenido merezca la pena… tenemos que tomárnoslo como un trabajo. Y ya tenemos el suficiente, como para volver a grabar el podcast porque sí, por obligación; no queremos hacerlo deprisa, corriendo, sin cuidado y, en esencia… mal. Quienes lleváis aquí lo suficiente sabéis que ninguno de los tres nos tomamos así la vida.

¡Ojo! Si alguien nos paga una morterada por hacer el programa, una cantidad suficiente como para hacerse sitio a codazos en las agendas, os garantizo que nos faltará tiempo para daros la brasa antes de que podáis decir en voz alta trimestral del IVA. De momento, eso no ha sucedido.

¿Volveremos a grabar y emitir algún episodio en el 2022? Estoy escribiendo esto a inicios de mayo de 2022. Confío en que sí. ¿Cuándo? Sinceramente, no lo sabemos. Y queremos ser justos con todos y todas y no comprometernos, para no defraudar. Yo tengo contenido para varios programas en la cabeza. Me consta que Ángel y Gloria también tienen ideas de sobra. Pero no sabemos cuándo volveremos con normalidad a la actividad podcastera. Puede ser pronto, puede que tardemos otro medio año, puede que este proyecto haya finalizado, de facto. De nuevo: no lo sabemos.

Si acabas de llegar y toda esta turra te suena a chino, lo siento. Te dirijo al archivo de episodios ya emitidos, para que nos conozcas mejor. O habla con el robot, abajo a la derecha. Que no grabemos podcast a cortísimo plazo no le resta valor a los episodios que sí están grabados. Esa es la grandeza del podcast, las tontunas quedan en Internet para siempre y seguro que algo aprendes. A lo mejor, hasta te ríes.

Al resto de oyentes: sabemos que sois comprensivos, pero no está de más contaros lo que ocurre, con la transparencia que nos caracteriza. Seguro que nos entendéis y, cuando volvamos, estaréis al pie del cañón como siempre.

Hasta entonces, sed buenos, no rompáis nada y bebed agüita.

Brito.